SEMANA SANTA 2020

La Pascua de este año tendrá también un sabor muy propio nuestro, muy agustiniano. Será una PASCUA INTERIORIZADA. En esto tiene mucha razón nuestro santo Padre el Papa Francisco cuando nos decía que este tiempo de la pandemia es un tiempo de prioridad, de ir a lo esencial. En la Pascua lo esencial es lo que pasa en nuestro corazón. Será seguramente una PASCUA DEL CORAZÓN, vivida en el corazón y ruego al Señor que también toque nuestro corazón. Este tiempo de gran retiro, de aislamiento, nos ha ido llevando a esta preparación. Volver al corazón, entrar en él seguramente no nos ha resultado tan fácil, pero, además del cuidado de la salud y la responsabilidad con nuestra vida, nos traerá muchos frutos seguramente y hará de él un corazón resucitado profundo y sensible a lo esencial. No nos entretengamos entonces en lo externo, en las formas, miremos y contemplemos como Dios pasa por nuestra vida y hace que nuestro corazón de piedra se transforme en un corazón de carne, lleno de vida.